He venido aquí porque me han dicho que
está muy bien, aunque no sabía lo de la consumición. Cómo se
pasan los cabrones. Ya no es lo mismo. Siento que algo me falta, que
algo se me ha ido. O que se me ha escapao. Los amigos olvidados, el
tiempo perdido. Las mañanitas de café y churros. ¿Un cigarro?
Ahora no, que no hay café ni de qué hablar. Dónde me dejé las
mañanas, me las han quitao. Duermo de día y sigo sin rezar de
noche, algo me tenía que caer. Dime dónde están, por aquí tienen
que andar, al lado de la cartera y las llaves. Al móvil ya le pegué
la pedrá hace tiempo. Venga, joder, busca entre edredones, que
aparecerán por algún lao. Dijo que me recogería a las seis.
Estamos a diez y el martes ya pasó. Yo no sé dónde me las he
dejao, pero yo me voy, que me recogen en coche. Si las encuentras
diles que lo siento, que no es mi culpa, que ya nos vemos si eso, que
es que he estado liada. Les mandaré flores. Diles que no tengo
wassap, pero que aún conservo la dirección. Dime antes por dónde
se va, que nunca había estado aquí. Me dijeron que estaba bien, y
justo ahora me sale el criterio. Ya nos veremos si eso.
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